domingo, 18 de mayo de 2014

¿Estamos en los últimos tiempos? ¿Está Cristo realmente cerca en sentido escatológico? Nota de Joseph Ratzinger


En relación con el título de este espacio, y también respecto de la cuestión escatológica de los últimos tiempos, Joseph Ratzinger (luego Benedicto XVI) escribió algunas palabras que merecen ser escuchadas. En su estudio Escatología, publicado en España por la editorial Herder, el antiguo Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, abordó la cuestión del retorno de Cristo. De esto quiero hablar en este momento. Por mi parte, yo creo que estamos realmente en los «últimos tiempos», por razones que ahora no indicaré, pero entre las que destaca la relación actual entre Vaticano e Iglesia católica, la renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013 y la elección de Francisco como Sumo Pontífice. He abordado sucintamente este asunto en Antítesis: La vieja guerra entre Dios y el diablo. Y además, porque ahí están las advertencias de la Santísima Virgen María en sus últimas apariciones confirmadas por la Iglesia, palabras proféticas a la postre cumplidas en años venideros. Pienso en Lourdes, Fátima, Akita (Japón 1973-1975) o Kibeho (Ruanda, 1981-1989). En cualquier caso, no se me escapa que en todos los siglos anteriores a nuestra era los hombres han tenido motivos de sobra para creer que se encontraban en los últimos tiempos, en los últimos días. Lo que supone que tratamos con una cuestión sumamente delicada. La nota de Joseph Ratzinger expresa a mi modo de ver lo importante, pues señala cuál es la única opción sensata del cristiano, al margen de cualquier tipo de cábalas. Se trata, ni más ni menos, de lo que dijo Jesús en su día. Se trata de «estar alerta». Es decir, vivir en gracia de Dios en todo momento.

lunes, 24 de febrero de 2014

La apostasía general: Los días previos al Anticristo


En los Evangelios vemos constantemente a Jesús invitándonos a interpretar o discernir los oscuros misterios que entraña la guerra espiritual en la que se halla envuelta la creación entera. Una y otra vez insiste en que juzguemos los signos presentes para prevenir y resistir las astucias del maligno. Entre sus enseñanzas, en las que solía incluir exhortaciones a la vigilancia, se encuentra una especialmente dura, que choca frontalmente con la obstinación del hombre y su habitual ceguera: «Cuando veis levantarse una nube por poniente, decís: Va a llover, y así es. Y cuando sentís soplar el viento del sur, decís: Va a hacer calor, y así sucede. ¡Hipócritas!, sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿y cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?» (Lucas 12, 54-56). 

El Anticristo: La embestida final de Satanás


Como se vio en publicaciones anteriores, el diablo es real y tiene la ambición de oponerse hasta su último «aliento» al reinado de Cristo. Negar su existencia es posible desde fuera del marco de la fe, pero no lo es para un creyente, pues Jesús mismo habló de él con claridad. Su rebelión, fruto de la soberbia y la envidia hacia nosotros, criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios, desencadenó una guerra total que enfrentó a Satanás y los ángeles caídos que se sumaron a su sedición (fuerzas de las tinieblas) contra la Providencia Divina (las obras de la luz y la vida).

Con igual rotundidad confía el creyente en las palabras de Cristo acerca de su segunda venida y el fin del mundo. En su discurso escatológico, el Señor confía a sus discípulos que antes del final se aupará en el lugar santo el ídolo repugnante anunciado por el profeta Daniel (Mt 24, 15), haciendo referencia al Anticristo. Será la embestida final de Satanás, que ofrecerá el timón del mundo al Anticristo, el cual personifica la oposición más radical a Cristo y su reino.

sábado, 22 de febrero de 2014

El combate espiritual


La vida humana está gravada con una guerra que a simple vista no se percibe. A poco que pasan los años es posible reconocer que el mundo es en parte hostil y que no vivimos en ningún paraíso. Más adelante, si el corazón no está podrido por los embustes del mundo, el hombre sabio discierne que forma parte de una guerra espiritual que le supera y de la que no puede librarse. La iglesia lleva toda su bimilenaria historia llamando a esta realidad por su nombre: combate espiritual. Pero de haber guerra ¿no debe haber también un enemigo?

La voz más autorizada de todas cuantas se hayan pronunciado sobre el asunto que nos ocupa pertenece a Jesús de Nazaret, el mesías divino, el mismísimo Hijo de Dios. Él fue de hecho quien corroboró, como recogen los Evangelios, la realidad de este combate. La parábola de la cizaña ilustra perfectamente la conflagración en la que está sumergido el hombre, desde que nace hasta que muere:

viernes, 21 de febrero de 2014

¿Qué es la Biblia?

La Biblia es una colección de libros que la Iglesia considera escritos bajo la inspiración de Dios y que contienen la palabra de Éste, una palabra que Dios transmitió y continúa transmitiendo a todos los hombres y mujeres de la tierra.

Pequeña biblioteca en sí misma, la Biblia católica está compuesta por 73 libros. Debe su nombre a su etimología griega, que significa los libros, y que al pasar del griego al latín el plural “ta biblia” se convierte en el singular “la Biblia”, es decir, el libro.

Este matiz indica que la Biblia es el libro por excelencia, un libro que, a diferencia de todos los demás, tiene un doble origen, humano y divino. Por un lado la Biblia es un libro humano porque es un libro hecho por hombres corrientes y en el lenguaje de los hombres. Pero por otro lado es un libro sobre todo divino, pues Dios se vale precisamente de esos hombres comunes para anunciarles un mensaje de salvación.

martes, 28 de enero de 2014

¿Qué es el aborto? ¿Qué es la vida? ¿Derecho a decidir o impunidad para matar?


Hace meses, una seudo-médica en ciernes, amiga de mi hermana, discutió con ésta porque mi hermana se atrevió a comentar en público (entre amigos, vamos) que abortar era quitar una vida. Su comentario abrió la caja de Pandora y la muchacha se puso hecha una fiera. «Tú que sabrás si no has estudiado medicina», le dijo. «Eso» que hay al principio en el vientre de la madre «no es nada». Estudiante de medicina sí sería, pero energúmena también, y falta de seso o mollera sin ninguna duda. Descendiendo a los méritos, o a la autoridad legítima para hablar de estos temas, si alguien no sabía de lo que hablaba era ella. Son miles los médicos en todo el mundo que están contra el aborto, y es la ciencia misma la que sentencia que hay vida desde el mismo instante de la concepción, es decir, cuando un espermatozoide fecunda un óvulo y el nuevo ser gestado, único e irrepetible, es configurado a partir de la mitad de cromosomas del padre y la otra mitad de la madre. Otra cuestión distinta es el valor que cada uno dé a la vida recién concebida, pero eso no modifica la realidad última: si cortas el desarrollo de una vida estás matando. 

lunes, 27 de enero de 2014

El coño de una cualquiera

Hace un tiempo leí lo que escribió una chica cualquiera, Diana López Varela, en su blog. Títulaba su escrito: Mi coño. En él trataba de justificar el aborto, situando un supuesto derecho a decidir de la mujer como principio sagrado y supremo. El texto en sí era un revoltijo vulgar, impúdico e infame. Mezclaba demasiadas cosas, hacía propaganda feminista descarada y teñía sus palabras de demagogia sucia y dañina. La joven parecía indignada. Sus palabras exudaban veneno. ¡Quería hacernos creer que ella, y otras como ella, tienen derecho real a matar a alguien! Por supuesto, se cuidó de hacer público que era una chica muy responsable y que por ello debía tener la última palabra sobre lo que concernía a su coño. Reclamaba que nadie le dijera qué hacer con él, es decir, cómo usar su coño, puesto que era suyo y no de otro. Y aquí sí tenía razón. Pero las conclusiones que sacaba a partir de estas razones la convertían en una pobre desgraciada (que provoca desgracias, puesto que su iracunda exposición y defensa de sus «derechos» a mí especialmente no me inspiraron ninguna compasión).

domingo, 26 de enero de 2014

La situación caída del hombre y la respuesta de las diferentes religiones.


Filósofos, poetas, guionistas cinematográficos, y toda clase de pensadores han escrito —y siguen escribiendo— sobre la condición humana. Masaki Kobayashi por ejemplo parió una obra maestra del cine llamada precisamente La condición humana. Pues bien, las tres cintas que forman la obra completa superan las 9 horas de metraje. En cambio, en este delicioso vídeo, en 3 minutos se describe de manera magistral cuál es la condición real del ser humano. Aquí, como decía, a través de la metáfora de un hombre caído en un pozo, se muestra fielmente la situación del hombre en la Tierra y, sobre todo, su necesidad de ser rescatado. Pero además de exponer la condición humana con sencillez y hondura únicas, también examina a las diferentes religiones vivas del planeta a partir de la respuesta que éstas ofrecen al hombre caído. Lo que revela por último este precioso relato audiovisual es cuál es la única religión verdadera de entre todas ellas; y ésta es indudablemente la fundada en la persona de Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios vivo, pues «no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos» (Hechos 4, 12).

jueves, 23 de enero de 2014

Tavistock: Lavado de cerebro


Si dedicas media hora de tu vida a este vídeo —de realización impecable—, cobrarás conciencia de que están lavándote el cerebro con ideas anticristianas mediante la cultura popular y el ocio que consumes con deleite. Ahora ya conoces al Instituto Tavistock, y otro rostro oculto más de este mundo que está en manos del demonio (Juan 12, 31).

Nunca antes la mujer presumió de ser zorra


Me pregunto qué dirán en un futuro los hijos de esta descerebrada cuando vean a su madre en Internet presumir de ser una «zorra, muy zorra». O sus padres. ¿Se sentirán orgullosos de ella? Pues bien, éste es el ideal de mujer que parece imponerse ahora; por supuesto orientado por la élite satánica que maneja el mundo a través de las sociedades secretas y es responsable, entre otras ideologías, del funesto feminismo.

¿Éste es el tipo de mujer que debe amar entonces el hombre? ¿Todo se reduce por tanto a tener una zorra en casa? 

Aportaré, para acabar con este breve escolio, un dato; un significativo dato para estas mujeres trastornadas que hablan de cadenas, etiquetas, condicionamiento social y derechos de la mujer, como si las que no reclaman esos derechos no lo fueran. Betty Friedman, «fundadora» del feminismo moderno, el movimiento que ha incubado en parte las ideas que muchas descerebradas divulgan ahora, era en realidad una propagandista comunista reclutada por los amos de la religión oculta, en su etapa de estudiante en Smith College (1938-1942). Ella misma reconoció esto, y que el objetivo siempre había sido destruir la familia. Pero ella simplemente era un títere para esparcir el movimiento feminista; tan sólo uno de los tentáculos del gigantesco monstruo que niega en todos los órdenes a Dios y pretende erradicar la civilización cristiana.

«Haz lo que quieras» es el lema de los amos de la religión oculta. Y esta pobre chica es una de sus mejores alumnas.


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  • Lavado de cerebro